Jaime Figueroa lleva años estudiando el arte de hacer reír mediante la ventriloquía y se ha propuesto actualizar esta técnica ancestral para acercarla al gusto y a la sensibilidad contemporáneas, sin renunciar por ello al rigor y la maestría.
Jaime, ‘El ventrílocuo’ siempre llega solo, se presenta solo, actúa solo y, desde luego, habla solo. Sin embargo, cuando él está en escena, una multitud de seres le acompaña y las cosas, hasta las más insignificantes, toman la palabra; un abrigo, un verdadero circo de pulgas o un buitre leonado que canta gospel. No es sólo comedia, pero saca carcajadas con sus monólogos. No es sólo magia, pero transporta a un imaginario de ilusión. No es un payaso, pero no para de hacer reír. No es un musical, pero las melodías lo acompañan cada momento.
¿Quién no recuerda a aquellos ventrílocuos que con sus muñecos nos hicieron reír en televisión? Ahora que parecen haber desaparecido, Jaime llega para repartir risa y magia, como nunca antes se había visto. Con música original en directo de piano y violín. ¿Serás capaz de pillarle moviendo los labios durante el espectáculo?